En los barrios se reconocen aquellas personas que se distinguen por su decencia, una cualidad que mucho tiene que ver con la forma correcta de comportarse, de hablar y de dirigirse a los demás en tono bajo y sin gestualidades. La decencia es uno de los valores más importantes para darse a respetar.
Por lo general a estas personas se les reconoce su actitud ante la vida: los adultos son trabajadores y los más jóvenes van a la escuela con sistematicidad y constancia en los diferentes niveles educativos. No tiene que ver esa cualidad con el nivel cultural que se tenga ya que se trata de una actitud ante la vida y la forma de comportarse.
Se reconoce a la decencia como un concepto amplio que tenemos ante si cuando existe respeto hacia los demás, se tiene la medida exacta de lo que afecta o no al resto y se cuida la convivencia colectiva para no molestar.
La persona decente es honrada, incapaz de tomar algo ajeno y recta a la hora de tomar decisiones vinculadas a la honestidad. Por lo general esa forma significativa de ser se transmite de generación a generación.
No es esta cualidad sinónimo de pasividad; al contrario, pues defienden lo justo con pasión y comunica su opinión sobre aquellos que actúan de forma incorrecta.
Aunque no son de los que van con frecuencia a otras casas de visita, todos saben que se puede contar con ellos ante una urgencia de cualquier miembro de la comunidad ya que siempre están dispuestos a ayudar. Estas personas dan los buenos dÃas al salir de sus casas en la mañana y las buenas tardes al regresar del trabajo, aunque algunos no les respondan.
Son admiradas porque los caracteriza la sencillez y aunque tengan un alto nivel educativo y profesional se relacionan con la mayor naturalidad.
La verdadera decencia viene del interior, y consiste en los Ãntimos sentimientos de honestidad y modestia, en la conformidad de las acciones exteriores, con las leyes positivas y con las que impone la opinión general – afirma el sitio wikilengua-.
No obstante sus virtudes, una minorÃa en las comunidades no los ve bien y en ocasiones hasta se burlan de ellos: son los amigos de los escándalos, de la música estridente, de la vulgaridad y el desparpajo.
La persona formada en un hogar donde prima la decencia, despierta confianza en los demás por la integridad de su conducta; sus relaciones son estables porque se basan en el respeto. Es un valor que templa el carácter, lo fortifica y ennoblece.
Tomado de Radio Rebelde
http://www.radiorebelde.cu/noticia/la-decencia-es-uno-valores-mas-importantes-para-hombre-20160115/