El bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba permanece inamovible, pese al rechazo universal de la comunidad internacional y al inicio el 17 de diciembre del 2014 de un nuevo capÃtulo en las relaciones entre ambos paÃses.
En efecto, durante el presente periodo resaltó el anuncio de la decisión de restablecer relaciones diplomáticas entre ambas naciones, y el reconocimiento por el presidente estadounidense Barack Obama, de que la polÃtica de EE.UU. hacia Cuba, incluido el bloqueo, es obsoleta y debe cambiarse.
En enero del 2015, Obama exhortó al Congreso de su paÃs a iniciar el trabajo de poner fin a tal cerco económico y como parte de los cambios en la polÃtica estadounidense hacia Cuba, anunció varias medidas dirigidas a modificar la aplicación de algunos aspectos del bloqueo.
No obstante, si bien a juicio de las autoridades cubanas tales medidas constituyen un paso en la dirección correcta, estas resultan limitadas e insuficientes ante la magnitud y alcance que tienen las leyes del bloqueo para Cuba y el resto del mundo, las cuales se mantienen en vigor y se aplican con rigor.
En ese sentido, la CancillerÃa de la isla denunció que a pesar del nuevo escenario, en el periodo se ha mantenido el recrudecimiento de esa polÃtica de cerco en su dimensión financiera y extraterritorial.
Todo ello, como demostró en el informe presentado por Cuba en Naciones Unidas sobre la Necesidad de poner fin al bloqueo, se evidencia en la imposición de multas millonarias contra bancos e instituciones financieras, como resultado de la persecución de las transacciones financieras internacionales cubanas.
Al respecto, tal como señala el texto, Cuba todavÃa está impedida de exportar e importar libremente productos y servicios hacia o desde EE.UU., no puede utilizar el dólar estadounidense en sus transacciones financieras internacionales o tener cuentas en esa moneda en bancos de terceros paÃses.
Tampoco se le permite tener acceso a créditos de bancos en EE.UU., de sus filiales en terceros paÃses y de las instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Interamericano de Desarrollo.
El bloqueo, por demás, afecta el normal desarrollo del paÃs en todas las esferas de la vida económica, social y cultural, que se ve seriamente obstaculizado por los efectos de tal polÃtica hostil.
Cabe señalar que el daño económico ocasionado al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo, considerando la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, asciende a 833 755 millones de dólares, a pesar de la reducción del precio del oro en comparación con el periodo anterior.
A precios corrientes, según la más reciente valoración de las autoridades cubanas, durante todos estos años el bloqueo ha provocado perjuicios por más de 121 192 millones dólares.
Por tales razones y debido a la permanencia de esta polÃtica de asfixia económica, pese a la nueva coyuntura entre ambos paÃses, la delegación de la isla sometió este año por vigesimocuarta ocasión consecutiva a la aprobación de la Asamblea General de Naciones Unidas el proyecto de resolución sobre la necesidad de poner fin al bloqueo.
En ese foro, ante lo injusto y continuado de este cerco que mantiene Washington desde hace más de medio siglo contra la Mayor de las Antillas, la comunidad internacional expresó con el voto récord de 191 paÃses su más contundente rechazo al bloqueo, frente a la solitaria postura de Estados Unidos e Israel.
EL BLOQUEO HOY: LO QUE SE PUEDE MODIFICAR
Como advierte la cancillerÃa cubana, si bien el Congreso de Estados Unidos es el órgano facultado para revocar las legislaciones que sostienen la polÃtica de bloqueo contra Cuba y decretar su fin, este acto puede estar precedido del desmontaje de la inmensa mayorÃa de las restricciones que la conforman, a través de acciones ejecutivas.
De ahà el llamado permanente que hace el gobierno de la isla al presidente de EE.UU. a aplicar sus facultades ejecutivas que posibilitarÃan la desaparición de muchas de las limitaciones que impone el bloqueo, lo cual constituirÃa un serio espaldarazo al proceso de normalización de vÃnculos entre ambas naciones.
Entre tales acciones, Obama podrÃa autorizar el uso del dólar estadounidense en las transacciones internacionales de Cuba, consentir que estas transacciones se realicen a través del sistema bancario norteamericano y posibilitar a entidades cubanas (bancos, empresas, etc.) abrir cuentas corresponsales en bancos de Estados Unidos.
También, puede instruir a los representantes de EE.UU. en las instituciones financieras internacionales que no obstaculicen el otorgamiento de créditos u otras facilidades en ese ámbito a Cuba y revertir la polÃtica de persecución financiera contra la isla caribeña.
De igual forma, posee la prerrogativa de permitir la concesión de créditos, préstamos y financiamientos en general a Cuba, para la adquisición de productos en el mercado de Estados Unidos (con excepción de los agrÃcolas, que están prohibidos por ley).
Además, puede autorizar que aviones y embarcaciones cubanas transporten viajeros, carga y correo postal entre los dos paÃses y dar luz verde a las exportaciones directas a Cuba de productos estadounidenses.
Igualmente, el mandatario tiene la potestad de aprobar que Cuba importe desde terceros paÃses productos que contengan más del 10 % de componentes norteamericanos y autorizar a las compañÃas estadounidenses a realizar inversiones en Cuba.
Asimismo, podrÃa permitir las importaciones en Estados Unidos de servicios cubanos o productos que constituyen rubros exportables de la economÃa cubana como el tabaco, el ron, productos de la biotecnologÃa, incluyendo aquellos manufacturados en terceros paÃses que contienen materias primas cubanas como nÃquel o azúcar.
Obama posee también la facultad de eliminar el lÃmite al valor de los productos cubanos que pueden ser importados -para uso personal o como regalos- por los viajeros estadounidenses que visitan la Mayor de las Antillas.
En el caso del sector de la salud, el mandatario puede además autorizar a ciudadanos de Estados Unidos a recibir tratamientos médicos en Cuba.
En general, refieren funcionarios de la cancillerÃa del paÃs caribeño, Obama tiene posibilidades casi ilimitadas para modificar de manera significativa las restricciones vigentes y vaciar al bloqueo de su contenido fundamental mediante el ejercicio de sus prerrogativas.
Ello resulta vital, según autoridades cubanas, pues el proceso hacia la normalización de los nexos bilaterales pasa necesariamente por el levantamiento del bloqueo, el cual constituye el mayor obstáculo para el desarrollo de la isla y de sus relaciones económicas, comerciales y financieras con EE.UU. y el resto del mundo.
Tomado de Granma y Prensa Latina